El gotelé, esa técnica de texturizado en paredes que alguna vez fue considerada anticuada y pasada de moda, ha vuelto a ganar popularidad en el mundo del diseño de interiores. En este artículo, exploraremos las razones detrás de este resurgimiento y descubriremos por qué el gotelé se ha convertido en una tendencia en alza en la decoración de hogares. ¡Prepárate para descubrir el encanto y la versatilidad de esta técnica única!
Por qué se usa el gotelé
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El gotelé es una técnica de acabado en paredes y techos que consiste en aplicar una capa de yeso o pasta con textura granulada. Aunque en la actualidad su popularidad ha disminuido, en el pasado fue ampliamente utilizado en la decoración de interiores. Pero, ¿por qué se puso de moda el gotelé?
1. Disimula imperfecciones: Una de las principales razones por las que se utilizaba el gotelé era para ocultar imperfecciones en las paredes. Al tener una textura rugosa, podía disimular grietas, manchas o pequeños desniveles, evitando la necesidad de realizar trabajos de reparación o alisado de superficies.
2. Protección y durabilidad: El gotelé también ofrecía una capa adicional de protección a las paredes. La textura granulada ayudaba a resistir el desgaste diario, evitando que las paredes se dañaran fácilmente por golpes o roces. Además, al ser más resistente a la humedad, también se utilizaba en zonas con mayor exposición a la humedad, como baños o cocinas.
3. Estilo decorativo: Durante décadas, el gotelé fue considerado como un elemento decorativo en sí mismo. Su textura aportaba un aspecto rústico y tradicional a los espacios interiores, especialmente en casas de estilo clásico o rural. Muchas personas asociaban el gotelé con un toque de elegancia y sofisticación.
4. Absorción acústica: Otra ventaja del gotelé era su capacidad para absorber el sonido. La textura rugosa ayudaba a reducir los ecos y reverberaciones en las habitaciones, mejorando la calidad acústica del espacio. Esto era especialmente útil en lugares como salas de estar o comedores, donde se buscaba un ambiente más acogedor y tranquilo.
Sin embargo, en los últimos años, el gotelé ha perdido popularidad y ha sido reemplazado por otras técnicas de acabado más modernas y minimalistas. Aunque todavía se utiliza en algunos casos, su presencia en la decoración de interiores ha disminuido considerablemente.
Cuándo se puso de moda el gotelé
El gotelé es una técnica utilizada en la decoración de paredes que consiste en aplicar una capa de pintura y luego texturizarla con pequeñas gotas o relieves. Aunque actualmente su popularidad ha disminuido, hubo un tiempo en el que el gotelé era una tendencia muy común en los hogares.
Esta técnica se hizo popular principalmente en la década de 1960 y se mantuvo en boga durante las décadas siguientes. Fue especialmente utilizado en viviendas de estilo rústico o tradicional, ya que el gotelé era capaz de ocultar imperfecciones en las paredes y conferir un aspecto más rústico y acogedor a los espacios.
En los años 80 y 90, el gotelé experimentó un auge aún mayor en su popularidad. Muchas viviendas y locales comerciales adoptaron esta técnica como una forma rápida y económica de decorar las paredes. Además, el gotelé se asociaba con una estética más clásica y tradicional, que era favorecida por muchas personas en esa época.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el gotelé comenzó a perder popularidad. A medida que los estilos de decoración evolucionaban, las tendencias se inclinaban hacia una estética más minimalista y moderna, donde las paredes lisas y sin texturas eran preferidas. Además, la dificultad para reparar o cambiar el gotelé sin dejar rastros también fue un factor que contribuyó a su declive.
En la actualidad, el gotelé ha dejado de estar de moda en la mayoría de los casos. Las técnicas de pintura y decoración han evolucionado, ofreciendo alternativas más versátiles y estéticamente atractivas. Sin embargo, todavía existen personas que prefieren el gotelé por sus características particulares, como su capacidad para disimular imperfecciones en las paredes.
Cuándo se puso de moda el gotelé en España
El gotelé es una técnica de pintura que se caracteriza por dejar una textura rugosa en las paredes. Esta técnica se popularizó en España a partir de la década de 1960 y se mantuvo en tendencia durante varias décadas.
La popularidad del gotelé se debe a varios factores. En primer lugar, su aplicación permite disimular imperfecciones en las paredes, como grietas o desniveles, lo que lo convierte en una opción práctica y económica para muchos hogares. Además, el gotelé también era considerado una forma de decoración elegante y tradicional, especialmente en casas y apartamentos de estilo clásico.
Durante los años 80 y 90, el gotelé se convirtió en una tendencia muy popular en la decoración de interiores en España. Muchos hogares adoptaron esta técnica como una forma de añadir textura y personalidad a sus paredes. Incluso en la actualidad, todavía se pueden encontrar viviendas con gotelé, aunque su popularidad ha ido disminuyendo en los últimos años.
Quién introdujo el gotelé en España
El gotelé es una técnica de acabado en las paredes que consiste en aplicar una capa de pintura y posteriormente, mediante una brocha o rodillo, lanzar pequeñas gotas de pintura para crear una textura irregular. Esta técnica se popularizó en España durante la década de los años 70 y se convirtió en una tendencia muy común en la decoración de interiores.
Aunque no se puede atribuir la introducción del gotelé a una única persona, se cree que su popularización en España se debe en gran medida al pintor y decorador valenciano José María Sert. Sert fue un reconocido artista que trabajó en numerosos proyectos de decoración y diseño de interiores, tanto en España como en el extranjero. Se le atribuye haber utilizado por primera vez el gotelé en sus obras, lo que contribuyó a que esta técnica se hiciera tan popular en el país.
El gotelé se convirtió en una opción muy demandada en la decoración de interiores por varias razones. En primer lugar, ayudaba a disimular las imperfecciones en las paredes, ya que la textura irregular del gotelé permitía ocultar pequeños defectos o grietas. Además, este tipo de acabado confería un aspecto rústico y acogedor a los espacios, lo que encajaba muy bien con los estilos de decoración de la época.
A lo largo de los años, el gotelé ha ido perdiendo popularidad y ha sido sustituido por otras técnicas de acabado en las paredes, como el liso o el estuco. Sin embargo, todavía es posible encontrar viviendas y edificios antiguos en los que se conserva el gotelé como un elemento característico de la época.
El gotelé se puso de moda debido a su capacidad para ocultar imperfecciones en las paredes y añadir textura. Aunque su popularidad ha disminuido en los últimos años, todavía hay quienes optan por este estilo. ¡Hasta la próxima!